concluciones

La industria del automóvil, y la informática han desarrollado sistemas que son verdaderas obras primas, que hacen la conducción cada ves más confortable, segura y placentera.

Los coches de hoy son más seguros que los de una década atrás. Los fabricantes son cada día más sensibles al factor seguridad y también los clientes.

Quien haya sentido el valor de unos buenos sistemas de frenos, de un buen sistema de control de estabilidad, de un control de tracción que disminuye desgastes y gastos; no querrá prescindir de estos, además de que los compradores de automóviles están cada ves más apegados a este tipo de conducción y esto es algo irreversible, una vez conocido no hay quienquiera volver atrás, la diferencia es notable.

Es una pena que los avances de la tecnología no lleguen a nuestras manos en su debido momento, los sistemas de seguridad deberían ser prioridad de la industria automovilística, deberían ser dotaciones de serie en los vehículos.

Los coches más baratos deberían incorporar más elementos de seguridad que variantes estéticas, en nuestro ambiente la dotación de estos sistemas es insuficiente y lenta.